miércoles, 27 de enero de 2010

“Yo no necesito apoyar una política para tener trabajo”

RADIO › ALEJANDRO DOLINA, LA VENGANZA SERA TERRIBLE Y LA INFLUENCIA DE LOS MEDIOS


El escritor y conductor radial volvió esta semana con su clásico programa en el aire de Radio Nacional. Con su habitual elocuencia, evalúa el estado del medio y las libertades que le otorga, los modos de generar “sentido común” y su nueva novela.

> Por Emanuel Respighi
 
Alejandro Dolina es de esos (pocos) entrevistados que se toman su tiempo a la hora de responder, o simplemente mantener una conversación. No por temor a lo que vaya a decir, sino en función de seleccionar las palabras que den cuenta con exactitud de su opinión sobre tal o cual tema. En su caso, el cuantioso diccionario personal de lengua española que posee hace que los silencios se extiendan más allá del tiempo promedio. Baches que finalizan cuando el término adecuado es encontrado por su google mental o cuando el espacio mudo terminó de darle el significado adecuado a lo que el hombre de radio acaba de afirmar. Un estilo personal rápidamente reconocible para el público que desde hace 25 años lo escucha en La venganza será terrible, el programa de radio que esta semana debutó en Radio Nacional (AM 870), en su habitual horario de la medianoche. “Espero que la vigencia de La venganza... se deba a que la gente encuentra en el ciclo alguna clase de inteligencia”, esboza, desea, el conductor.
A contramano de lo que se puede llegar a intuir, Dolina cuenta que la llegada a Nacional tras su paso por Radio 10 no tiene ningún significado especial. “Es la consecuencia de circunstancias no elegidas”, dice. “A saber: me despidieron de la 10 y no tuve ninguna otra oferta que la de Nacional. No fue algo buscado. Ahora, desde luego, si me preguntan qué opino de Nacional, digo que es la radio que yo escucho. Suelo escuchar a Jorge Halperín, Héctor Larrea, el programa de Sandra Russo, el de Carlos Ulanovsky, el de Roberto Perfumo... A mí me gusta la radio, ahora tal vez la gente prefiera escuchar a Oscar González Oro”, explica, en el comienzo de una charla en la que pasará por todo tipo de cuestiones.
–Siendo el programa de la medianoche de mayor share de la radio argentina, ¿no le resulta raro que no haya recibido otra propuesta más allá de la de Nacional?
–No, no me parece raro desde el punto de vista de que el programa que hacemos es caro. Y no se paga directamente sino indirectamente. Es decir: el programa no vende en ese horario una publicidad que alcance a solventar sus gastos, que son numerosos, ya que somos muchos, alquilamos los lugares desde donde transmitimos, hay que trasladar equipos... ¿Para qué le sirve La venganza será terrible a una radio? En primer lugar, porque es el programa de mayor audiencia de la medianoche desde hace décadas. Ese alto rating sirve indirectamente para que la emisora se posicione mejor en “la general”, lo que permite cobrar un cacho más el segundo de publicidad, ya no de mi programa sino del de la mañana, que es más caro. Es un beneficio indirecto que, incluso, es más perceptible si la radio anda y factura muy bien. De este modo explico por qué me despidieron de la 10, no porque yo haya hablado bien de Chávez.
–Su llegada a Nacional, sin embargo, causó polémica por el cachet que va a cobrar.
–No estoy al tanto. Sólo quiero decir que lo que voy a ganar en Nacional es la mitad de lo que me pagaba Radio 10.
–Se dice que va a cobrar 70 mil pesos mensuales...
–Se dice bien, pero lo que no se dice es que esos 70 mil pesos pagan a diez personas, Gillespi, Barton, yo, Schultz, los tres muchachos que cantan y la producción. Pagan también sonido y gastos de gira. Además, ¿quién decide cuánto debo ganar? ¿O alguien le pregunta a Joaquín Morales Solá cuánto gana? ¿Cuánto se creen que ganaba en la 10? Para venir a Nacional tuve que hacer un esfuerzo muy grande, que no obedece a cuestiones políticas. Yo no estoy en Nacional porque apoyo al Gobierno, sino porque fue la única radio que me hizo una propuesta. No es un gran pase ni un gran negocio para mí. Estar en Nacional es el peor pase de mi vida. Nunca he hecho un pase así en términos económicos, técnicos y en cuanto a las posibilidades. Lo único que falta es que ahora haya problemas porque esté en Nacional. Hubo problemas cuando me fui a la 10 y ahora también. Así están las cosas. Estamos en Nacional porque no hay más remedio. Tanto es así que vamos a estar al aire cuatro días a la semana, no los cinco, ya que no me alcanza para pagar a los muchachos. El ciclo irá de lunes a jueves, y los viernes la radio me da la libertad para que hagamos alguna otra cosa que permita emparejar la guita.
–¿Que sólo haya recibido una propuesta de Nacional se debe al costo del programa o a su posición política?
–Tengo un programa que funciona hace 25 años y nunca ha perdido ni media hora. Si eso no amerita que me hagan una oferta... Aquellos que creen que necesito apoyar alguna política, cualquiera sea, para conseguir trabajo, están equivocados. No acostumbro hablar de mí en un reportaje, pero no me dejan opción: muchachos, La venganza será terrible no es un programa de aficionados simpáticos. ¿Creen que debo apoyar al gobierno nacional para trabajar en Nacional? Mire qué vivo soy: me fui de Radio 10 para ganar la mitad al precio de apoyar al Gobierno. Un gran negocio.
–¿Qué representa para usted el medio en el que está?
–No mucho, diría que nada. En primer lugar porque el programa tiene características que hacen que estemos afuera de la radio. Yo veo a los tipos que me contratan dos veces por año. Esa es una razón, si se quiere liviana. En segundo lugar, porque yo no soy un periodista político. Y en tercer término, sea porque lo que yo digo a la madrugada no les importa, o porque tienen un cierto respeto, nadie me dice lo que tengo que decir. Ni en Radio 10, ni en Continental ni en Nacional. Alguna vez diré entre todas las radios progresistas y fascistas en las que estuve cuál ha sido más rígida en sus prescripciones.
–¿No cree que cuando el programa comenzó, en 1985, el público lo elegía como una opción para el entretenimiento cultural y hoy es más un bálsamo, ante la realidad de un medio que va en búsqueda de la noticia las 24 horas?
–Podría ser que el cambio del contexto modifica no la obra en sí, sino el efecto que la obra causa. A lo mejor el componente teatral, no estar pendiente de lo periodístico, convierte al programa en un oasis para diferenciarse de lo que la radio brinda todo el tiempo. Al principio era para entretenerse y divertirse, y después se transformó casi en un remedio: en aquel entonces queríamos divertirnos y ahora necesitamos descansar de nuestras indignaciones. Tal vez estamos tan estimulados para indignarnos todo el tiempo que por ahí necesitamos por un rato que dejen de hacerlo. Eso ya no es mérito del programa sino del contexto que le asigna una función distinta a la que le daba hace unos años. El contexto social y político tiene que influir en el programa, lo que es imposible saber es cómo. Un contexto represor, tirano puede producir un arte hierático, tradicional, como en Egipto, pero a veces esa misma dureza del poder produce un arte revulsivo, que se rebela: el caso del régimen que dio lugar a la Revolución Francesa. El contexto influye en nosotros pero no sabemos de qué manera. No puede haber un artista que diga que no registra su época. El artista es su época.

Pensamiento mágico,
medios y política

Uno de sus pasatiempos preferidos, confiesa, es encender la radio y hacer “unas expediciones a los arrabales del dial, donde me he topado con pastores y adivinos, tipos que te hacen poner la mano sobre la radio o que te mandan a buscar un vaso de agua porque ese acto tendría no sé qué misterioso poder...”. Esa suerte de “continuidad de la Edad Media” en el éter, dice, genera un pensamiento mágico que se traslada a los oyentes y que invadió ámbitos que deberían ser racionales, como el deporte o la política. “Cada vez más vivimos en una sociedad en la que hay que esperar el efecto de un puñado de sal echado en una rodilla, o la utilización de una determinada y mágica corbata. Me indigno ante la superstición, tan usual entre la farándula argentina, porque desprecia el trabajo”, puntualiza el escritor.
–¿Que la farándula tenga tanto lugar en los medios hace que sus formas, por identificación o aspiración, se trasladen a la gente?
–La gente sigue las ideas de las personas que admira. Pero eso no sería tan grave. La opinión de las personas famosas inciden en campos más delicados. Cuando la farándula empieza a filosofar y opinar políticamente empiezan otras dificultades que le hacen peor al país.
–2009 fue paradigmático en ese sentido, ya que la inseguridad se debatió más por personajes famosos que por interlocutores con conocimiento de causa.
–Las personas con cierta notoriedad pública no pueden considerarse ciudadanos comunes, saben que sus opiniones arrastran la voluntad de miles o millones. Habría que pensar cómo se forma la opinión mayoritaria. ¿Es que la farándula o los agentes mediáticos representan una opinión preexistente, o es que el grado de manipulación ha llegado a ser perfeccionado de tal modo que esa opinión es generada desde los medios? El sistema ha hecho que ahora ni siquiera haya que esperar la opinión del público para saber si algo tiene éxito. El éxito ya viene construido con el producto, viene de fábrica. No hay que esperar el veredicto del público sobre determinado asunto porque ya el público no tiene esa tonicidad: los agentes mediáticos le arrebataron ese derecho. Se sale a decir algo y eso ya es. Jactarse de representar la opinión mayoritaria de la sociedad cuando las opiniones las fabrica uno es, al menos, perverso.
–Sobre todo si esa construcción afecta sensiblemente a la sociedad.
–En el caso de la inseguridad el asunto se torna insoportable. Rápidamente se construye un sentido común que olvida los principios elementales de una discusión seria. Y porque además de preguntarse sobre los daños sociales que producen los delitos interpersonales, como los robos, habría que indagar sobre los daños sociales que causan los delitos cometidos por grandes corporaciones, los desastres ecológicos, quiebras fraudulentas, crisis financieras que se ocasionan por falta de pagos... Habría que comparar y analizar qué delito causa más daño a la sociedad. Otro punto es que el editorial sobre las noticias policiales no lo hace un editorialista, ni siquiera un famoso: la hace la víctima o los familiares cercanos, que desde luego están indignados.
–La mayor cantidad de medios y la repetición de la misma noticia policial generan la sensación de que hay más delitos.
–La última etapa del proceso es que a partir de la descripción que la víctima hace de un hecho policial se describe el país. Es un mecanismo perverso tan sencillo que no sé cómo no resulta evidente. El sistema crea una mayoría, encarga la opinión sociológica a la víctima de un delito y describe la realidad del país a través de un hecho policial. Es un vicio del pensamiento insoportable. Con eso se genera una indignación generalizada y un partido político, que por ahora no tiene forma jurídica, pero que si la tuviera, seguramente ganaría las elecciones.
–¿Cree que la sociedad actual, paradójicamente con mayores canales de información que nunca, es víctima inocente de ese sistema?
–Se confunde una lógica del desatino y un sentido común basado en falsedades o en razonamientos demenciales. El problema del Gobierno con el Banco Central se convierte en el centro de las conversaciones de todas las peluquerías. De pronto, tipos que como yo no sabían para qué sirve el Banco Central empiezan a expresar una opinión. La tendencia hace que la gente pase del desconocimiento más absoluto a la opinión más astuta. Porque, además, ni siquiera es una opinión cualquiera: la opinión que anda en la calle, la que recogen los noteros –esos cosechadores de desatinos– es ya una opinión llena de astucia, que ha ido y ha vuelto. Los que desconocen un asunto, lo primero que aprenden es la astucia, esa desconfianza que se representa con la guiñada de ojo. Es espantoso. Qué es esto de la astucia como virtud de los que desconocen un asunto.
–¿Pero esa relación entre sociedad y medios no existía treinta años atrás?
–Probablemente, quizá con menor potencia, pero a mí me parece que antes había algún escrúpulo. Hoy, los medios de comunicación o los empresarios que los manejan no tienen escrúpulo alguno. Periodistas hay de todo: buenos y malos, gente que no tendrá más remedio que decir lo que les dicen y otros que pensarán de esa manera. El inconveniente es que en este contexto la discusión política resulta innecesaria. ¿Para qué se necesita si ya con describir la realidad a través de un hecho policial se encuentra un discurso que genera indignación? ¿Para qué quiero hablar de política? No me conviene. Hablar de política es hablar del rol del Estado y señalar cuáles son las políticas del Gobierno y cuáles las de la oposición. Las políticas son acciones que llevan a un resultado. Por ejemplo: privilegiar el crecimiento del mercado interno es una política, tomar deuda es otra, hacer que el Estado intervenga para modificar las desigualdades que el mercado crea es una, dejar que el mercado dicte lo suyo es otra... No hay discusión política porque hay sectores que prefieren que no la haya. ¿Y entonces de qué hablan? De que le afanaron al cuñado. Nadie dice de dónde proviene la desigualdad social, el desamparo, que crea una circunstancia social donde la delincuencia es un elemento que se filtra.
–Hay estadísticas que demuestran que la pobreza no es sinónimo de delincuencia, sino que hay otros factores como la desigualdad social, la redistribución del ingreso o el nivel de corrupción o impunidad, que generan las condiciones para que la violencia social surja.
–Es que esta gente cree o quiere hacer creer que la delincuencia proviene de los sectores más humildes. Por eso hay que discutir sobre los daños de los delitos que cometen los poderosos, que incluso tienen aceptación social. Las empresas toman créditos por encima de sus posibilidades y generan un quilombo infernal a la economía doméstica de millones de tipos, y el Estado sale a rescatarlos. El prejuicio de la pobreza como base de la delincuencia es propio de los poderosos. También me da por pensar que, después de todo, son tantas las agresiones y los delitos perpetrados contra los que menos tienen que hasta diría que la clase media la está sacando barata: la reacción podría haber sido mucho peor.
–Después de este reportaje no va a faltar quien diga que es kirchnerista.
–No soy kirchnerista. No digo que sea un desatino estar en contra del Gobierno. El desatino es estar en contra del Gobierno por eso y no por otras cosas. Yo también encuentro en la gestión ciertos perfiles muy criticables. Probablemente el Gobierno no hizo todo lo que podía hacer respecto de la inseguridad, pero no ha sido peor de lo que han hecho otros gobiernos. Tampoco creo que la inseguridad actual sea peor o significativamente mayor a la que hubo históricamente. La inseguridad no es un tema a partir del cual se pueda describir una situación política.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/12-16739-2010-01-24.html

Niebla nocturna en Flores

Dolina tendrá un 2010 ocupado en términos literarios. A la reedición de Lo que me costó el amor de Laura (la opereta criolla publicada y estrenada en 1998), llegará a las librerías una nueva novela del autor de Crónicas del ángel gris, editada por Planeta. “Estoy escribiendo una novela con toda clase de dificultades, que en eso consiste escribir una novela”, cuenta, entre risas. “Calculo que voy por la mitad de la historia, no lo sé. Pero puedo decir, o imagino, que ya pasé el punto crítico en el que se establece que la novela es viable y que todo ese material no terminará en el canasto. Aunque claro, siempre existe la posibilidad de una verdad que no hemos visto, la revelación de que aparezca un dato que invalide todo lo que se ha escrito y que puede aparecer en la penúltima página”, prosigue. La historia transcurre nuevamente en el barrio de Flores y hasta regresan algunos de los personajes de Crónicas... Dolina describe la trama por medio de imágenes. “Se supone que ha pasado tiempo. Hay un falso alquimista que tiene uno de esos libros que dicen contener todo el saber humano. Hay también un suceso que inquieta a todos, la aparición de una niebla que todas las noches cubre el barrio. Existe también una mujer que llega misteriosamente y que es la mujer más hermosa del mundo. Un navegante de los tiempos, un Casanova, cruza siempre perseguido por maridos que lo corren a través del espacio, primero, y él huye a través del tiempo, después. También hay unos conspiradores que tratan de destruir ese libro y que le incluyen al texto sagrado falsos capítulos. Y hasta en algún momento esos tipos comienzan a conspirar contra la misma novela, al punto de que ésta tiene falsos capítulos, tachaduras y anotaciones al margen. Todos están, finalmente, tratando de saber quiénes son, y en la niebla nadie sabe realmente quién es. Eso es lo que hay.”

La antena y la pantalla

Al consultarle sobre las principales modificaciones que sufrió la radiofonía en estos 25 años en que La venganza será terrible se mantuvo al aire, Dolina señala que no cree que haya habido cambios drásticos, aunque sí dos hechos que condicionaron su de- sarrollo. “Parece haber menos plata que antes, y menos hombres de radio manejando las emisoras: la mayoría de las empresas están dirigidas por gente que no tiene idea del medio, que vienen de otros negocios y un día se les ocurrió invertir en medios. Antes ocurría, pero menos”, aclara. ¿Por qué ahora hay mayor injerencia en la radio de empresarios que desconocen el medio, si la radio representa cada vez menos desde el punto de vista de un gran negocio? “Lo que pasa –reflexiona– es que ahora la radio significa mucho más desde el punto de vista del poder. Los tipos que tienen radio la necesitan para un proyecto político. Y que esos tipos no sean hombres de radio determina el hecho artístico. Cada vez hay menos diseño de programación, para lograr una audiencia coherente y que no se produzcan migraciones en masa, para que no tenga que haber un éxodo jugueño cada vez que finaliza un programa. Las programaciones se convirtieron en apartamentos vacíos que son amoblados de cualquier manera. Eso produjo un caos en las emisoras.” Pese a ese estado de cosas en el que se privilegia lo económico a lo artístico, en su opinión la radio sigue teniendo más calidad que la TV. “A veces me gusta explicarlo diciendo que la radio es más barata y se puede experimentar gratuitamente. Otras tiendo a creer que siendo la palabra el vehículo de la inteligencia, por su naturaleza la radio permite más lugar al pensamiento que la TV, pendiente de la imagen, de lo concreto más que desde lo abstracto. La radio es mejor que la TV, posibilita la reflexión, la charla con interés filosófico; no transmite almuerzos con figuras mediáticas.”

 http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/subnotas/16739-4710-2010-01-24.html

jueves, 14 de enero de 2010

La antena se mueve, en el año de la ley

RADIO › EL PANORAMA DE LAS EMISORAS AM Y FM PARA ESTA TEMPORADA



La emisora con más cambios es Nacional, pero todas tienen algo que anunciar, cambio de figuras y horarios y algunas incógnitas.

> Por Emanuel Respighi

Mientras los empresarios del sector radiofónico aguardan la manera y los tiempos en los que la flamante Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual se implementará, las voces y los programas de la radio 2010 ya se preparan para atravesar una temporada que seguramente no estará exenta de polémica y rispideces políticas. Condicionada por ese contexto mediático político, entonces, la programación no está signada por alguno de esos pases resonantes que suelen patear el dial ante cada enero. Prudentes, las emisoras privadas apenas se animan a realizar algunos cambios de programación. Las mayores novedades, por el contrario, las trae Radio Nacional, que renovada con el arribo de la periodista María Seoane a la dirección se garantizó la incorporación a su programación de grandes nombres del medio como Alejandro Dolina, Alejandro Apo y Julia Bowland.

Una vez que enero llegue a su fin, la temporada radiofónica dará señal de largada con sus tradicionales voces y algunas nuevas que se incorporan al éter. Casualidad o no, lo cierto es que Nacional será la emisora que más cambios aplicará en su programación. Aunque aún no firmaron contratos con la AM 870 porque recién ahora Radio y Televisión Argentina Sociedad del Estado se puso en marcha, es un secreto a voces que Dolina encabezará la medianoche de la radio con su histórico y siempre vigente ciclo La venganza será terrible, que el 18 de enero da comienzo a la temporada de estrenos radiofónicos. A su vez, tras la abrupta salida de Continental, Apo mudará Donde quieras que estés y Todo con afecto a la emisora pública. El locutor y periodista mantendrá días y horarios de emisión: Donde quieras que estés irá de lunes a viernes, entre las 15 y las 17, mientras que el programa que combina literatura y fútbol se emitirá los sábados a las 15. Por su parte, Bowland conducirá un ciclo de agenda cultural federal que se emitirá dos veces por semana: jueves y viernes a las 23.

Pero ésas no serán las únicas novedades que presentará Nacional a partir del 1º de febrero, fecha prevista para el lanzamiento de la temporada. El periodista Horacio Embón se incorporará a la radio participando del informativo que la radio mantendrá de 6 a 7 y conduciendo inmediatamente después El arranque, el programa con el que Nacional competirá en la primera mañana, hasta las 9. A su vez, la cúpula directiva de la revista Barcelona, con Pablo Marchetti a la cabeza, está preparando un ciclo humorístico para despertar las carcajadas los sábados al mediodía: Radio Barcelona no será otra cosa que la revista hecha radio. Otra de las incorporaciones a la emisora es la de Felipe Pigna, que los domingos a la mañana propondrá acercarle al oyente la historia argentina desde su particular mirada. Por último, el guionista televisivo Marcelo Camaño (Vidas robadas, Televisión X la identidad) tiene a su cargo los guiones de un ciclo semanal de “periodismo ficción” que abordará momentos y hechos específicos de la historia social, cultural y política argentina reciente, interpretados por actores de renombre.

Además de las caras nuevas, en la radio continuarán con sus actuales ciclos Héctor Larrea, Mario Wainfeld, Eduardo Anguita y Miriam Lewin (Carbono 14-El regreso irá ahora de 18 a 20), Eduardo Aliverti, Carlos Ulanovsky, Roberto Perfumo, Liliana Daunes, Sandra Russo y Nora Veiras y Carlos Polimeni, entre otros. Jorge Halperín y Tom Lupo seguirán en la radio pero con ciclos propios: el primero conducirá un programa con el Bicentenario como temática junto a Nora Anchart y Santiago Varela, de lunes a viernes a las 14 (Ana Padovani se encargará de realizar micros de ficción en clave humorística); mientras que Lupo se unirá a Mosquito Sancineto para llevar reflexión y humor a la madrugada de la radio, entre las 2 y las 5.

Buscando capitalizar la visión chimentera que copó la TV en estos últimos años, La Red anuncia con bombos y platillos la incorporación a su grilla de Jorge Rial. El periodista que hizo del chimento una (¿extorsiva?) manera de perdurar en los medios conducirá la segunda mañana de la AM 910 (de 9 a 12), en reemplazo de La cornisa, que en 2010 volverá a tener una emisión diaria, ahora vespertina (de 14 a 18). El resto de la programación, con Gustavo Sylvestre en la primera mañana y Mariano Closs al frente de las dos tiras deportivas diarias, se mantendrá sin grandes cambios. En La Red confían –probablemente exageradamente– en que la figura de Rial por sí sola puede mejorar el share de la emisora, que en la última medición de Ibope se ubica en cuarto lugar (ver recuadro).

Mitre, por su parte, intentará recuperar el primer lugar en las mediciones –perdido hace años en manos de La 10– con algunos pocos retoques. El más importante es que Nelson Castro dejará el espacio de “el regreso” para pasar a la primera mañana de la emisora del Grupo Clarín, lugar que en 2009 no pudo ocupar debido a que cuando rompió contrato con Del Plata la radio ya tenía cerrada la grilla y era muy complejo hacerle un lugar en el prime time radiofónico. Luego de Hola Chiche, Ernesto Tenembaum ahora encabezará el ciclo que irá de 13 a 17, con Gerardo Young, Gustavo Grabia y Adriana Verón. Con estos cambios, La otra pata, con Marcelo Zlotogwiazda, pasará a emitirse a las 17. El programa diario que se suma a la grilla será Lo que queda del día, en el que de 20 a 21 Horacio Caride, director de Mitre Informa Primero, resumirá y analizará los hechos más destacados de la jornada. Uno de los pocos programas nuevos es Viajes de radio, que los domingos de 16 a 20 conducen Daniel Revol y Martín Berrade (ex Gira Continental), aunque en principio sería para la temporada veraniega.

Luego de un 2009 convulsionado por la apertura de retiros voluntarios y las decisiones de dejar sin aire a Apo y Mario Mactas, Continental apostará fuerte a capitalizar la larga estadía que Víctor Hugo Morales y su equipo tendrán en Sudáfrica, con motivo de la cobertura del Mundial de Fútbol que se disputará en junio. La idea de los directivos es que el hecho de que el relator uruguayo conduzca La mañana y Competencia desde Sudáfrica incrementará la audiencia de la radio durante la emisión de esos programas y, por ende, del resto de la programación. Magdalena Ruiz Guiñazú, Fernando Bravo, María O’Donnell, Paulino Rodríguez y Mónica de Carvalho continuarán con sus habituales programas.

Bajo la reduccionista mirada de que “equipo que gana no se toca”, Radio 10 mantiene el staff y la programación del último año (Marcelo Longobardi, Oscar González Oro, Baby Etchecopar, Rolando Hanglin, Fabián Doman y Sebastián Basalo). La única modificación es que Adrián Noriega será el encargado de reemplazar a Dolina en la medianoche de la emisora de Daniel Hadad. La misma política tomó Del Plata, que pese a la pérdida de audiencia desde que cambió de dueños mantendrá la programación 2009, con Liliana López Foresi de 6 a 9; Mónica Cahen D’Anvers y César Mascetti de 9 a 12; Fernando Niembro de 12 a 14; Virginia Hanglin de 14 a 18 y Reynaldo Sietecase en el horario del regreso, de 18 a 20 (ya sin Norberto “Ruso” Verea como columnista de deportes).

Con la misma prudencia, Radio América mantendrá una programación que se abre a las 5 con el panorama informativo, a las 7 tomará el micrófono Rosario Lufrano, a las 10 Gabriel Michi, y a las 12 será el turno de Horacio Riggi. En principio, pese a su llegada a Nacional, Embón continuaría haciéndose cargo del espacio que va entre las 13 y las 15, momento en que Luisa Valmaggia tomará el aire. La única novedad de la programación de la AM 1190 es que después de Página abierta, el programa de Jorge Chamorro, Antonio Laje se incorporará a la radio para conducir desde las 18 el periodístico del horario del regreso, en lugar de Martín Pittón. Luego, a las 21 seguirá La Bloguera y a las 22 Daniel Mollo encabezará un programa sobre Boca Juniors.

Ya sin Silvia Cordano al frente de la dirección artística (se fue a La Mega), Rivadavia quedó tácitamente a la buena de Mauro Viale, que ya se desempeñaba como gerente periodístico de la emisora. En principio, la programación no sufrirá modificaciones: continuará Viale a las 6.30, Alejandro Fantino a las 9, Guillermo Marconi a las 12, Ricardo Guazzardi seguirá haciéndose cargo de la tarde, Enrique Llamas de Madariaga de la Sexta edición y La oral deportiva-ESPN continuará en su tradicional horario. La mayor novedad de la radio para 2010 es que finalmente se producirá la mudanza del edificio y se habla de que para 2011, cuando finalice el contrato con ESPN, Fantino y Viale se harán cargo de La oral deportiva.

Así como en la AM hay pocos cambios, diferente es lo que sucede con las FM. Tras la compleja temporada de El parquímetro, que a mitad de año sufrió la muerte de Fernando Peña, Metro reforzará su programación en el horario de 7 a 10 de un ciclo diario conducido por Ernestina Pais y Osvaldo Bazán, que verá la luz en marzo y cuyo título aún no está definido. De todas maneras, El parquímetro-Lado B tendrá su propio espacio, aunque de emisión semanal: irá los sábados, de 9 a 13. Por otra parte, La 100 se aseguró a Ronnie Arias para conducir diariamente un programa vespertino al término de Lalo por hecho, acompañado por la actriz Natalia Carulias y la locutora Alejandra Salas. Mientras que en la Rock & Pop no habría cambios en la grilla diaria, la única duda reside en saber con quién la radio va a ocupar el espacio dejado vacante por Pais los sábados a la mañana.

Otra de las emisoras que modificará su programación es la Mega, que el 1º de febrero recibirá como nueva figura a Diego “Chavo” Fucks, que con Ojos bien abiertos animará la primera mañana de la radio. En tanto que en la Pop 101.5 regresará al medio Martín Liberman, luego de su conflictiva salida de La Red a finales de 2008, juicio millonario mediante. El periodista deportivo conducirá el magazine que se emitirá de 13 a 16, junto a Daniela Ballester, desde donde espera cubrir el Mundial de Sudáfrica. Luego, a las 16, una nueva dupla animará la segunda tarde de la radio: Nacho Goano y el humorista Luis Rubio.

Los nombres y los programas de la radio del año que acaba de comenzar ya están confirmados. Sólo falta que las voces comiencen a decir lo suyo en el micrófono y que los oyentes elijan alguna de las tantas propuestas que la pluralidad de la radio les ofrece a diario.


Los cambios que vendrán

La flamante Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual posee varios artículos con los que se aspira a democratizar el espectro radiofónico e incentivar la producción nacional. La nueva legislación establece que un mismo concesionario no podrá tener más de 24 licencias de radiodifusión por suscripción. A su vez, si el titular de la licencia es una sociedad comercial, la norma fija un tope al capital extranjero: el máximo permitido es del 30 por ciento del paquete accionario. Las cooperativas, las universidades nacionales y los pueblos originarios están autorizados a brindar servicios de radiodifusión, a la vez que el 33 por ciento del espectro radioeléctrico se reserva para las organizaciones sin fines de lucro. Además de crearse Radio y Televisión Argentina Sociedad del Estado, en reemplazo del Comfer, la ley concede a cada Estado provincial una frecuencia AM, una de FM y una de TV abierta, mientras que a cada municipio le confiere una FM. En materia de contenidos, la normativa establece que las radios privadas deberán tener un mínimo del 50 por ciento de producción propia, que incluya informativos locales. De la misma manera, al menos el 30 por ciento de la música que ponga al aire cada emisora deberá ser de origen nacional, quedando exceptuadas a este artículo las radios dedicadas a colectividades extranjeras o temáticas. Algo es seguro: ya nada será igual.


La elección de los oyentes

Así como sucede en la tele, pero con mucha menos repercusión pública y sin la obsesión que invade a la pantalla chica, en la radio también las emisoras se pelean por el público. Tomando la última medición realizada por Ibope, en el trimestre que comprende los meses de septiembre, octubre y noviembre de 2009, la AM que encabeza el share sigue siendo Radio 10, con el 32,95 por ciento. A la radio de Hadad la siguen Mitre, con el 19,32 por ciento del share; Continental, con el 14,79%; La Red, con el 10,79%; y Del Plata, con el 4,81%. Por su parte, en la FM el panorama es más ajustado, aunque no muy distinto, ya que otra emisora del grupo Hadad lidera las mediciones: la Pop 101.5 acaparó el 9,91 por ciento de share; Rock & Pop alcanzó el 9,82%; la Metro logró subir hasta el 8,78%; La 100 se quedó con el 8,67%; y Los 40 principales cerró el top five con el 8,44%.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/12-16638-2010-01-14.html

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